Entre pinos y carrascas, cantaba un amigable Zorzal. Sus sonidos nos advertían de la llegada del invierno. Con desgana, se fueron dibujando las arrugas en aquel viejo tronco. Y así quedó grabado en sus anillos.
La colección STONE de Vajillas Gresnaler nos cuenta una historia; cada imperfección narra un capítulo.
Cada pieza de esta vajilla ha sido diseñada con paciencia y esmero. Gresnaler ha buscado plasmar sobre esta colección el aspecto que adquiere un tronco con el paso del tiempo. En ella, encontramos una pieza distinta para cada necesidad.
Con los platos llanos obtenemos la simplicidad de la naturaleza. Sus líneas nos recuerdan el lento crecimiento de nuestro árbol. La búsqueda de sol ha marcado los bordes formando piezas totalmente irregulares.
Los platos hondos, como cavidades que se formaron con el lento paso del tiempo en el tronco, ahora sirven de resguardo. Estas piezas son ideales para sopas y guisos que nos devuelven a la naturaleza y reconfortan el alma.
Los elegantes boles reflejan la forma de los nidos entre las ramas. Las madres, siempre tan celosas, crean verdaderas casitas para sus polluelos.
Las bandejas, tan grandes como la sombra que cobija a corzos en verano, nos invita a emplatar grandes creaciones culinarias de temporada.
Cada pieza de la colección STONE se presenta como una paleta de colores que evocan diferentes estados de la naturaleza. Gresnaler ha buscado colores naturales para teñir esta vajilla.
Con el color natural, capturamos la pureza del tronco recién tallado, mientras que el azul aporta plenitud y profundidad al horizonte. Instándonos a descubrir el resto del paisaje. Y, finalmente, el negro, donde una vez se alzaron aquellas ramas robustas, hoy son el sustento del carbonero.
Serie-Tronc-Vajillas-Gresnaler