Se sea fiel a la cocina tradicional, y/o vanguardista, la técnica de ahumado siempre ha estado ahí. Esta técnica de conservación ancestral, siempre ha estado muy ligada a carnes, pescados, quesos y esos alimentos destinados a consumir a largo plazo.
A día de hoy, esa cocina más innovadora recorre senderos olvidados, cualidades ocultas en los trabajos más artesanales del hombre. Siempre en busca de ese nuevo camino, de esa senda que nos permita recobrar de un modo u otro, esa sensación perdida en los siglos pasados.
Las técnicas de ahumado naturales, además de ser un proceso lento, son necesarias las experiencias vividas por una determida persona para lograr un punto muy concreto deseado. Las maquinas en frío, es decir, al instante, nos permiten con gran versatilidad, comodidad y rapidez enfocar ese aroma especial a nuestro producto.
No todo ha de ser comida, y sí hablamos de un Gin Tonic?
Recomendación especial, por Oskar Sánchez; amante del Gin Tonic.
Una buena ginebra española, 4 centilitros de Rives, etiqueta negra del año 84, un verdadero placer para quien conserve en su bodega una de estas botellas. La corteza finísima de mano de Buda de recolección propia, tónica 1724, copa amplia de cristal, y solo de cristal, muchísimo hielo ahumado con virutas de naranjo y rosas persas del medio oriente. Un verdadero deleite para el gusto.