En este pequeño artículo, hablaremos sobre las ventajas del uso de bolsas de vacío en restauración.
El envasado individual de materia prima mediante envasado al vacío ha sido una de las grandes revoluciones en la comunidad hostelera. Su desarrollo se remonta a los años 70 en Francia, con su posterior introducción en las cocinas profesionales a finales de los 80 y principios de los 90.
Actualmente, su uso permite a los hosteleros una enorme versatilidad en el día a día. Gracias a esta técnica, podemos lograr un mayor control sobre nuestra materia prima evitando desperdiciar alimentos diariamente, mantener un mayor control sanitario, y poder ofrecer productos frescos a nuestro comensal durante todo el año.
En Suministros hosteleros Osmarc, estamos comprometidos con brindar la mejor experiencia posible a nuestros clientes, por eso, ofrecemos diferentes tamaños para la elección adecuada en cada momento.
Con un coste muy pequeño, podemos conservar todo tipo de alimentos para su posterior conservación, congelación, maridaje o cocción a baja temperatura ocupando menos espacio y en la cantidad que deseemos en todo momento.
Gracias a la privación de aire durante el envasado al vacío, podemos acelerar el maridaje de carnes, pescados, mariscos, vegetales, quesos, postres, etc. obteniendo una concentración de sabores y texturas en cuestión de escasas horas en lugar de un día completo.
La uniformidad del sabor es otro de los puntos fuertes del envasado al vacío, ya que evitamos la contaminación cruzada de olores durante su conservación ofreciendo así un producto final con un gran sabor.
Gracias a nuestra posición mediterránea, podemos aprovechar cada época del año para conservar una gran selección de manjares y ofrecerlos fuera de carta gracias al sistema de envasado al vacío.